viernes, 1 de mayo de 2009

Mi pequeño Payaso.





No es una estrella, Payaso! Él me miraba confundido, como si supiera que tiene la razón y yo soy sólo una loca sin ilusiones. El payaso se apoyó en mi hombro y dijo muy bajito: Que preciosas estrellas brillan esta noche... Fingí no escucharlo, pero a los cinco segundos le dije muy molesta: No son estrellas! -No soporto cuando el siente que tiene la razón, cuando en verdad está equivocado- Pero ¡Bah! A mi qué me importa si ese pobre imbécil cree que los focos de una torre eléctrica son estrellas.


Eres tan estúpido, mi payaso; que no te haz dado cuenta que esta negra noche esconde millones de cosas reales... que tu idealizas diciendo que son estrellas, hadas, duendes y ángeles.


Como todas nuestras noches al pie de esa torre, que para ti era la constelación más bella; me comenzaste a hablar de una flor que había nacido ayer en tu jardín marchito. - Yo sólo te escucho mi payaso - Los ojitos te brillaban y tu nariz roja rozaba mi mejilla derecha... Cuéntame más de esa flor, payasito - Te dije mientras me recostaba sobre tu hombro. Ella es preciosa, tan delicada y sencilla... Sus pétalos son rosados y no tiene ni una espina. ¿Ni una? Te pregunte. No, no ni una :) y eso no es todo... ella esta allí porque yo le rogué a Dios que me la mande. Dios me escucha. Dios me la regaló.


Me sentí muy feliz por mi payaso, me sentí él... enamorada, llena de vida e ilusiones. Y entonces mi mente recordó que el invierno se acercaba, que esa delicada flor no soportaría la frialdad de esa estación, no soportaría la realidad, no soportaría el mundo.


Y mientras tú, payaso, me seguías contando de ella; en mi mente retumbaba la idea de que pronto tu flor se marchitaría... y un día no muy lejano, vendrías llorando, contándome que ella no esta más... Y entonces, sin querer pronuncie: El invierno... Me miraste con compasión pues tu lo sabes todo, no? y me dijiste: Confía más en los sueños... no todas las flores se marchitan por el invierno. No payaso, confía más en la realidad... las flores no sobreviven al invierno.


Mi payaso se fue y yo me quedé pensando en él... En sus pequeños ojos marrones, sus labios rosados... su nariz roja y las estrellas dibujadas en su rostro. Él me hace reír siempre, siempre, siempre. Una palabra suya bastaría para cambiar mi día. Es de esas personas que tienen a su niño a flor de piel, si, a su niño... es decir es un idiota que siempre pregunta el porqué de todo y aun le escribe cartas a papanoel -Esperen... esa soy yo- Me gusta cuando él se ríe, las gomitas de sus dedos... es tan asquerosamente dulce como los ositos cariñositos - jeje - Me gusta porque cuando estoy triste no llora conmigo. Es la cuarta parte de mi vida. Es mi lado humano. Mi payaso soy yo... Tú eres yo, payaso.


Vi mi reloj y ya era muy tarde, prendí mi mp4 y mientras me levantaba escuchaba: en uno de esos días tristes.. no me preocupo mucho porque sé que existes ♪ Sonreí porque una vez más esa canción sonó mientras yo pensaba en ti. Camine hasta mi casa, ansiosa por llamarte y saber que pasó con tu hermosa flor.
Y el frio del pronto invierno empezaba a manifestarse en una suave brisa...