
Él no quería seguir hablando. Tal vez también le duele perdernos... Tal vez no le duele para nada. De igual manera, no quería seguir hablando.
Cerré la puerta y apagué la luz, desconocí por completo donde estaba. - A pesar que mis mejores recuerdos habían ocurrido en esa habitación.- Por temor a tropezarme, me agache lentamente, hasta quedar sentada con las rodillas dobladas, apoyada a la pared.
Ya inmersa en esa infinita oscuridad, me sentí cansada.. aburrida, tan vacía. Olvidé mi nombre. Suspendida en el silencio, guarde mis ilusiones en el bolsillo derecho de mi casaca, mientras prendía un cigarro. Y la esperanza se escapaba -colándose por el pequeño hueco en el cerrojo de la puerta- viéndome de reojo para que no la detenga.
El color rojo de la llama del cigarrillo me hipnotizaba.. mientras el humo me adormecía. Mi mente empezó a marchitarse, y el tiempo amenazaba con detenerse. Y viéndome perdida, en esa oscura habitación.. empezó mi extraña amistad con el cigarro en mis manos. Le sonreí con una nube en mis -ahora- pequeños ojos rojos e inundados..
Le hable muy seria y resentida, contándole de mis guerras perdidas, las mariposas estrelladas en mi ventana, mi corazón roto y mi obsesión por verte. Le hable de tus besos, tu sonrisa retorcida, tus ojos enamorados. Le conté de nuestras noches.., de nuestras largas conversaciones, de las veces que nos perdíamos haciendo el amor.
Poco a poco se consumía -mi ahora amigo- cigarrillo, probablemente aburrido, él también aburrido de mi. Apresure mi dolor, y le hablé de nuestros 30 minutos y 10 segundos. De mis ganas de amarte, mi locura por tenerte, mi desesperación por perderte. Le conté de tu desquiciada cordura, de tus pasiones, defectos y virtudes, mientras tu sombra daba vueltas a mi lado derecho.
Mi cigarro ya apagado, cayó al suelo. Mi voz entrecortada susurró dolorosamente tu nombre. Mi mente gritaba que vuelvas.. mi corazón ya estaba dormido, congelado, fuera de mi.
Me quedé sentada esperando a que amanezca.. y pude escuchar que en la otra esquina de la habitación a oscuras, el tiempo se reía de mi, burlandose y diciéndome que me quedé atrapada en ese momento, que nunca iba a amanecer....