jueves, 19 de noviembre de 2009

Nada más que decir.


Eres lo mejor en mi vida, Sebastian.


Haz abierto mi corazón.

sábado, 26 de septiembre de 2009

(...)

Sólo estoy esperando que la sangre resbale por mi boca, porque se que mi corazón está roto... literalmente roto. Barbotea incandescente, pueril, abrasante... de algún paraje de mi universo al abismo de lo desconocido. Como un agujero negro, como tú y como yo nos perdemos, como el asco que me da tu último beso.
Vomito tu recuerdo en este aliento, menguada existencia, danza de los astros en incesto. Y temblando vuelvo a ti corriendo... mi eterna náyade en celo, descubres en tus párpados restos de fuego. Velero en mi desierto, escapa de mi infierno... recoge tu ternura y llévatela lejos.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Carta I: Por si algún día ponen wi-fi en los penales.


JOTA:
Me desperté sudando. No amanece. No me encuentro. ¿me estás escuchando? Yo si. Yo las entiendo, también lo he sentido. Atraídas por la luz vuelan las tontas mariposas. Enamoradas se queman, no queda nada de ellas. Mariposas como tú, mariposas como yo... se queman, sus sueños y esperanzas se queman.

Y se te enreda el tiempo Jota. Mi estúpido Jota... y yo también me enredo por ti. Mi jota de jamás, mi jota de joder, mi jota de la gran miérda que haz hecho de ti. Y tu mientes y crees que yo no se nada, que no pienso en ti, que no te recuerdo y no escribo por ti... Vete a la miérda Jota. Vete a la miérda y vuelve pronto, ya no te vayas más.

¿A dónde iras ahora Jota? ¿A quién le regalaste tu vuelo mariposa? ¿Por qué cosa cambiaste tu libertad?

No tengo ganas de prometernos un hasta pronto, ni siquiera un tal vez... Sólo quedan los lamentos en silencio de tantas batallas perdidas, de tu triste final en mis manos, tonta mariposa que ya no vuela, ya no queda nada de ti.

Prometo volver a verte.

viernes, 7 de agosto de 2009

Hola extraño.


Camino sola.
Hola extraño, te busco entre la gente.. sin saber quien eres.
Hola extraño, ¿Puedes venir por mi?
Hola extraño, todas las noches te sueño.. y te haz adueñado de mi mente.
Hola extraño, ¿Por qué me haz dejado ir?
Hola extraño, tengo una vida que regalarte.
Hola extraño, no me canso de esperarte.
Hola extraño, son las 3 AM y me he dado cuenta que te quiero. Hace frío, la luna brilla y mis ojos también. Dices tantas cosas y a la vez estás tan callado.
Y así me gustas.. haciéndote al dormido para no besarme, cerrando los ojos para no verme. Sigo caminando, me congelo.
Hola extraño, me he dado cuenta que te quiero.. Y no lo entiendo, fue tan efímero el caminar de tu mano*

viernes, 1 de mayo de 2009

Mi pequeño Payaso.





No es una estrella, Payaso! Él me miraba confundido, como si supiera que tiene la razón y yo soy sólo una loca sin ilusiones. El payaso se apoyó en mi hombro y dijo muy bajito: Que preciosas estrellas brillan esta noche... Fingí no escucharlo, pero a los cinco segundos le dije muy molesta: No son estrellas! -No soporto cuando el siente que tiene la razón, cuando en verdad está equivocado- Pero ¡Bah! A mi qué me importa si ese pobre imbécil cree que los focos de una torre eléctrica son estrellas.


Eres tan estúpido, mi payaso; que no te haz dado cuenta que esta negra noche esconde millones de cosas reales... que tu idealizas diciendo que son estrellas, hadas, duendes y ángeles.


Como todas nuestras noches al pie de esa torre, que para ti era la constelación más bella; me comenzaste a hablar de una flor que había nacido ayer en tu jardín marchito. - Yo sólo te escucho mi payaso - Los ojitos te brillaban y tu nariz roja rozaba mi mejilla derecha... Cuéntame más de esa flor, payasito - Te dije mientras me recostaba sobre tu hombro. Ella es preciosa, tan delicada y sencilla... Sus pétalos son rosados y no tiene ni una espina. ¿Ni una? Te pregunte. No, no ni una :) y eso no es todo... ella esta allí porque yo le rogué a Dios que me la mande. Dios me escucha. Dios me la regaló.


Me sentí muy feliz por mi payaso, me sentí él... enamorada, llena de vida e ilusiones. Y entonces mi mente recordó que el invierno se acercaba, que esa delicada flor no soportaría la frialdad de esa estación, no soportaría la realidad, no soportaría el mundo.


Y mientras tú, payaso, me seguías contando de ella; en mi mente retumbaba la idea de que pronto tu flor se marchitaría... y un día no muy lejano, vendrías llorando, contándome que ella no esta más... Y entonces, sin querer pronuncie: El invierno... Me miraste con compasión pues tu lo sabes todo, no? y me dijiste: Confía más en los sueños... no todas las flores se marchitan por el invierno. No payaso, confía más en la realidad... las flores no sobreviven al invierno.


Mi payaso se fue y yo me quedé pensando en él... En sus pequeños ojos marrones, sus labios rosados... su nariz roja y las estrellas dibujadas en su rostro. Él me hace reír siempre, siempre, siempre. Una palabra suya bastaría para cambiar mi día. Es de esas personas que tienen a su niño a flor de piel, si, a su niño... es decir es un idiota que siempre pregunta el porqué de todo y aun le escribe cartas a papanoel -Esperen... esa soy yo- Me gusta cuando él se ríe, las gomitas de sus dedos... es tan asquerosamente dulce como los ositos cariñositos - jeje - Me gusta porque cuando estoy triste no llora conmigo. Es la cuarta parte de mi vida. Es mi lado humano. Mi payaso soy yo... Tú eres yo, payaso.


Vi mi reloj y ya era muy tarde, prendí mi mp4 y mientras me levantaba escuchaba: en uno de esos días tristes.. no me preocupo mucho porque sé que existes ♪ Sonreí porque una vez más esa canción sonó mientras yo pensaba en ti. Camine hasta mi casa, ansiosa por llamarte y saber que pasó con tu hermosa flor.
Y el frio del pronto invierno empezaba a manifestarse en una suave brisa...

martes, 31 de marzo de 2009

Mariposas estrelladas en mi ventana.





Él no quería seguir hablando. Tal vez también le duele perdernos... Tal vez no le duele para nada. De igual manera, no quería seguir hablando.


Cerré la puerta y apagué la luz, desconocí por completo donde estaba. - A pesar que mis mejores recuerdos habían ocurrido en esa habitación.- Por temor a tropezarme, me agache lentamente, hasta quedar sentada con las rodillas dobladas, apoyada a la pared.


Ya inmersa en esa infinita oscuridad, me sentí cansada.. aburrida, tan vacía. Olvidé mi nombre. Suspendida en el silencio, guarde mis ilusiones en el bolsillo derecho de mi casaca, mientras prendía un cigarro. Y la esperanza se escapaba -colándose por el pequeño hueco en el cerrojo de la puerta- viéndome de reojo para que no la detenga.


El color rojo de la llama del cigarrillo me hipnotizaba.. mientras el humo me adormecía. Mi mente empezó a marchitarse, y el tiempo amenazaba con detenerse. Y viéndome perdida, en esa oscura habitación.. empezó mi extraña amistad con el cigarro en mis manos. Le sonreí con una nube en mis -ahora- pequeños ojos rojos e inundados..

Le hable muy seria y resentida, contándole de mis guerras perdidas, las mariposas estrelladas en mi ventana, mi corazón roto y mi obsesión por verte. Le hable de tus besos, tu sonrisa retorcida, tus ojos enamorados. Le conté de nuestras noches.., de nuestras largas conversaciones, de las veces que nos perdíamos haciendo el amor.

Poco a poco se consumía -mi ahora amigo- cigarrillo, probablemente aburrido, él también aburrido de mi. Apresure mi dolor, y le hablé de nuestros 30 minutos y 10 segundos. De mis ganas de amarte, mi locura por tenerte, mi desesperación por perderte. Le conté de tu desquiciada cordura, de tus pasiones, defectos y virtudes, mientras tu sombra daba vueltas a mi lado derecho.

Mi cigarro ya apagado, cayó al suelo. Mi voz entrecortada susurró dolorosamente tu nombre. Mi mente gritaba que vuelvas.. mi corazón ya estaba dormido, congelado, fuera de mi.

Me quedé sentada esperando a que amanezca.. y pude escuchar que en la otra esquina de la habitación a oscuras, el tiempo se reía de mi, burlandose y diciéndome que me quedé atrapada en ese momento, que nunca iba a amanecer....

martes, 24 de febrero de 2009

30 Minutos y 10 Segundos.


Y me dijo: volveré por ti:) -me gusta cuando me lo dice... me hace creer que soy importante aquí.- Él caminaba a mi derecha como siempre -es un desesperante gusto suyo. - Pero así lo quiero. Tan loco, loco, loco, tan él. Y yo le dije: Te estaré esperando. - se que le gusta, porque así sabe que es importante para mi. -

Se dio cuenta que estábamos a solo 30 minutos de su partida. Me abrazó muy fuerte y me sentí de él, como si perteneciera a sus brazos. Y soy de él, pertenezco a sus brazos.
Faltaban 25 minutos. Él me beso -y sentí cómo es cuando se ama. Y me enamoré -

19 minutos. Se le escapó un te quiero... Nos quedamos en silencio, porque todo esto duele, me duele. Después de 4 minutos empezamos a caminar, él a mi derecha -como siempre- Amor, mi lado derecho es más bonito? Él sólo sonrió y me dijo loca. Me contó un chiste, el mismo que me contó ayer, el mismo que me contará mañana; y yo me reí, y mañana también me reiré. - porque a él le gusta cuando me rió-

Faltaban 12 minutos, y volvió a ser feliz - a él le gusta ese número, sabes?- Me quedé mirándolo, y sin querer me detuve (pero yo se que él fue el que me detuvo, al dejarse mirar). Entonces, cuando no me vio a su lado izquierdo, volvió por mi, y me encontró parada, mirándolo. Sólo me dio un pequeño beso y me devolvió los 78 latidos que había perdido en un minuto detenida en el tiempo. Seguí avanzando de su mano izquierda, y él de mi mano derecha.

Faltan sólo 8 minutos, me dijo triste. Tengo miedo. Le respondí. Y el brillo de sus ojos me contó que él también tenía miedo. - Y mi corazón me gritaba: Pídele que se quede! Pero enseguida mi mente le respondió a mi corazón, diciéndole que se calle - Si él se va es por su bien, sabes?

En 3 minutos le conté tantas cosas... tantos sueños a su lado, tanta felicidad que ha traído a mi vida. Le conté que lo amo... que lo voy a esperar. Y le pedí que no tenga miedo, que crea en mi. Que quiero ser de él y quiero que sea mío. Y Faltando 5 minutos, me dijo: ¿Por qué estás tan callada? -Hay cosas que no puedo decirte, sabes? pero las siento (Entonces me di cuenta de lo tonto que es guardarme todo esto, por eso te escribo..)

Le intente explicar, pero se acababa el tiempo. A veces él me dice: que quieres decirme? Porque sabe que algo guardo. Pero me quedo callada, no encuentro palabras... Y es ahí cuando él cree que no lo quiero. Por eso le cuento todo -porque a veces no digo nada- Y sólo le digo: tengo tantas cosas que decirte. -Una de ellas es que te amo, sabes? -

Y yo seguía en silencio. Y ante la pregunta que me hizo faltando 5 minutos, simplemente respondí: Nada...
Y faltaba 1 minuto.
Me dijo: volveré por ti. Y yo le respondí: Te esperaré.

Cuando se acabó el tiempo, dio media vuelta y empezó a partir. Corrí tras de él y le di un beso - el último beso en mucho tiempo -
Empezó a llover, como si Dios o quien este arriba de alguna manera intentara demostrar mi dolor. No lloré, pero no fue porque no estuviera triste, sino porque mis lágrimas se hubieran acabado. - Y las estoy guardando para todos los bellos momentos que nos quedan por vivir, sabes?- Me abrazó y se fue. Se fue sin voltear a verme, se fue...

Me quede ahí, y después de 10 segundos susurré: Te extraño...
Y aquí estoy, esperándote.

miércoles, 4 de febrero de 2009

tus ojos GRANDOTES

-Buenos días reina :D que guapa haz amanecido hoy- Le dije mientras acomodaba las flores en su dormitorio. Ella sonrió casi sin fuerza, y me dijo: Se parece a ti...
Prendí la tv mientras le contaba las travesuras de Teresa y Mafer, y Ella se reía como una niña, -seguramente imaginando la cara de mi tía Flor, muy molesta con Teresa y Mafer-
Me senté a su lado y noté que ella estaba triste... muy triste, a pesar de ese "algo" maravilloso que le había ocurrido. No me atreví a preguntar, pues sabía que la atormentaba, sólo la abracé y le dije: I'm with 'u :)
Me entendió!! -Bravo! ja ja- y me dijo: Lo sé pequeña, lo se...

Entiendo que debe ser muy difícil cometer un error... cometerlo dos veces, tres veces! -o mejor dicho es muy fácil - pero así de tonta es ella, confiada, buena, sensible, luz y oscuridad...

La mire con compasión, y me arrodille junto a ella, agaché la cabeza para que no note que estaba llorando -pero se que ella lo notó- Me dijo: He recordado como es tener 19 años. Me sequé las lágrimas y le dije: Se te hace conocida esta escena? Sonriendo asintió con la cabeza, y me volvió a contar la historia que utilizaba hace algunos años para hacerme dormir: Tus ojos grandotes son lo que más recuerdo. Yo asustada, nerviosa, sin rumbo como una hoja al viento...pero tú con tus ojos grandotes viéndome desde abajo, como quien dice: estoy contigo:) como ahora. Y así te amé, te amo y te amaré hasta el fin de mis días. -Esa es mi parte favorita de la historia :D.- Perdóname... Esta vez su historia termino con un "perdóname". Y mi pequeño corazón no soporto el dolor de saber que... tu pensabas que yo sentía que tu creías que yo sabia (...)que tu habías hecho que mi vida sea mala.

Me lo haz dicho tantas veces... y todas esas tantas veces he tenido que repetirte lo mismo: Eres la mejor del mundo, Miriam!